Cuando regalamos un smartphone a adolescentes, debemos tener muy claro que las redes sociales van de la mano, y con el acceso a Internet y las redes sociales, y la pornografía. La edad recomendada para regalar smartphones, y la edad permitida por las propias redes sociales para su uso es de 14 a 16 años.
Muchos chicos de 12 años, y me atrevería a aventurar que más jóvenes, consumen porno directamente en páginas para adultos, pero tanto a chicos como a chichas les llegan mensajes con material sexual explícito a menudo. Podemos decir que con la misma frecuencia con la que muchos adultos mandan y reciben este tipo de cosas. Pueden ser imágenes y videos sexuales que comparten en grupos de Whatsapp, material se mandan de forma directa en diferentes redes sociales o cosas que les mandan completos desconocidos.
En algunos centros, no en todos en los que he estado, es habitual que en los grupos de Whatsapp de los diferentes cursos circulen imágenes de alumnos o alumnas que han cometido la inconsciencia de mandar alguna imagen propia de carácter sexual. Cuando en el taller empezamos a hablar sobre los riesgos del sexting, al inicio algunos alumnos sonríen de forma pícara, pero según vamos viendo los riesgos asociados y sus posibles consecuencias, las sonrisas van desapareciendo, se van poniendo blancos y se hacen pequeñitos en sus sillas.
Estaría bien la sociedad en general, y niños y adolescentes en particular, fueran conscientes que mandar material sexual de terceros sin su consentimiento es delito, de la misma forma que es delito tener material sexual de menores o mandarlo (delitos de pornografía infantil y distribución de pornografía infantil).
Varias chicas me han confesado en diferentes centros, que cuando hacen transmisiones en directo a través Instagram reciben mensajes con imágenes y videos de chicos de su edad y de adultos masturbándose. Todas dicen no contestarles y algunas bloquean a esos usuarios, pero el hecho de que reciban este tipo de material ya es de muy mal gusto.
El acceso a la pornografía en algunas redes sociales es instantáneo. Por ejemplo en Twitter es muy sencillo buscar material pornográfico, se puede encontrar al instante. En Facebook y en Instagram es muy difícil buscarlo, hacen un buen trabajo censurándolo aunque a veces se cuela algo. Por ejemplo en Instagram, muchos creadores de material pornográfico utilizan los hastags más publicados para introducir su material. Por ejemplo, si el hashtag #lifestyle o #estilodevida tiene 160.000.000 de publicaciones, al introducir su material utilizan ese hashtag para que se vea lo más posible, aunque suele durar poco porque los usuarios de Instagram lo denuncian pronto. En Snapchat es difícil, en Tumblr es muy sencillo de conseguir… según la red social varía el acceso a la pornografía, pero en todas se pueden enviar imágenes, videos o enlaces de cualquier tipo, incluso en los juegos online.
La mejor opción para que niños y adolescentes eviten este tipo de material perjudicial para ellos es la educación. También existen algunos tipos de controles parentales que se pueden activar para que por lo menos desde casa no se pueda acceder a este tipo de webs, aunque no frena las imágenes y videos sexuales que se comparten a través de grupos y mensajes. El mas eficaz, a mi entender, es activar los controles parentales del router. Entrando en su página de configuración podemos activar la opción de que ningún aparato que se conecta a la red que genera ese router pueda ir a webs para adultos. Si no sabemos cómo se hace podemos buscarlo en google, en Youtube o pedir ayuda a alguien o a nuestra compañía telefónica para que lo active.
Las redes sociales son una herramienta muy positiva para muchas cosas, pero también tienen un lado oscuro que se acentúa y se vuelve más peligroso cuando son utilizadas por niños y adolescentes.
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