De la misma forma que en la vida física los consumidores somos los que más poder de decisión tenemos, los que podemos cambiar las reglas de lo que se produce y se fabrica, en el mundo online tenemos el mismo poder. Pero de la misma forma que en el mundo físico, en las redes sociales no somos conscientes de ello y rara vez lo utilizamos. Los usuarios podemos decidir qué tipo de publicaciones queremos que se hagan, qué valores queremos que se transmitan, qué tipo de comunidades digitales queremos crear.
Y todo eso lo podemos hacer eligiendo qué vemos, y sobre todo a qué damos like o “me gusta”. Este tipo de poder, porque eso es poder, pasa inadvertido y las redes sociales intentan mantenernos ocupados, enganchados a las pantallas, intentan que olvidemos de lo que somos capaces, desprendernos de ese poder para ser ellas las que decidan qué vamos ver en función de lo que más beneficio económico les proporcina. Y en el camino, mientras “empujan” o dan más visibilidad a lo que más beneficio les genera, los usuarios sufrimos las consecuencias físicas y mentales de ese tipo de contenido con el que nos bombardean.
Cuando un usuario “normal”, un influencer o una empresa publica algo, hace mucho más que publicar una imagen o un video. Muestra e intenta promover una forma de vida, unos valores, una forma concretra de llamar la atención, y muchas veces también muestra unas carencias, unas emociones, frustraciones, miedos, enfados… Cuando una publicación tiene muchos likes, muchas visualizaciones y se vuelve viral, va a haber miles de personas que van a intentar replicar el “éxito” de esa publicación replicando el tipo de contenido de esa publicación.
Nosotros ¿qué queremos fomentar? Cuando damos like a una publicación donde alguien ha utilizado un filtro de belleza para “verse mejor”, tapar las arrugas, o los granos, blanquear los dientes… estamos apoyando el uso de filtros de belleza. Ya se ha demostrado que las conscecuencias de ver constantemente publicaciones con filtros de belleza son la autopercepción negativa, la bajada de autoestima, el riesgo de esa persona para no poder parar de hacerlo y luego sentirse muy mal al mirarse en el espejo y comparar su imagen real con su imagen proyectada, el riesgo de desarrollar dismorfia corporal, el aumento de ansiedad… Seamos conscientes o no, cuando damos like a una de estas publicaciones estamos apoyando todo eso porque si las publicaciones con filtros de belleza tienen más likes que las publicaciones sin filtros de belleza, se realizarán más publicaciones con filtros.
Cuando damos like a una imagen o un video donde aparecen niños, estamos apoyando que aparezcan imágenes de niños en redes sociales, por lo que muchas personas por un puñado de likes seguirán exponiendo a sus niños en las redes sociales con todos los riesgos que eso supone. Hace unos meses en Almendralejo unos niños nos demostraron lo fácil que es coger fotos de otras menores, utilizar la inteligencia artificial para desnudarlas y compartir esas fotos. Y cuanto más famosos sean sus padres, en mayor riesgo estarán. Hace poco en una investigación de la Internet Watch Foundation descubrieron que pederastas utilizaban imágenes de hijos de famosos e imágenes de menores cercanos a ellos para crear material de explotación sexual infantil con inteligencia artificial. No sabemos quién va a utilizar las imágenes de los menores y cómo. Un porcentaje enorme, más del 75%, de las imágenes que tienen los pederastas son compartidas por las familias de los menores.
Cuando damos like o vemos a una publicación donde una persona falta el respeto a otra o hay cualquier tipo de violencia, eso es lo que estamos fomentando. Y apriori todo el mundo dice que hay que respetar a los demás, que qué horror cuando no se hace… pero si la falta de respeto la sufre el político que no podemos ver la cosa cambia. Si la falta de respeto se la sufre alguien que en nuesttra opinión ha hecho algo que no estaba bien y “se lo merece” la cosa cambia. ¿La cosa cambia? El mensaje es el mismo y lo que fomentamos también. El año pasado, una parte de los videos de Youtube que más se veían eran los que en el título llevaban la palabra “destroza”: X destroza a x en una intervención, mira cómo destrozan a una feminista en, fascista destrozado en… El lenguaje que utilizamos y apoyamos es muy importante porque es la base de nuestro comportamiento.
Muchas personas se quejan de la toxicidad de las redes sociales, de lo mal que están y de los efectos que tienen en sus usuarios pero están apoyando todo eso con lo que deciden ver y con los likes que dan. Un like es una gran responsabilidad.
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