WhatsApp establece en sus términos de uso que para poder utilizar la aplicación hay que tener 16 años o más. Al igual que WhatsApp, cada red social establece la edad de uso recomendada: Facebook e Instagram 14, TikTok, Snapchat y Twitter 13. Esas edades están establecida por algo y deberíamos respetarlas. Muchos menores han convertido esa aplicación en la más utilizada para realizar acciones de acoso digital contra otros menores. Las familias son las responsables subsidiarias de los delitos que cometan sus hijos e hijas, y si un menor comete un delito, a parte de las consecuencias que le imponga la justicia, va a tener un historial delictivo que le va a acompañar para siempre.
No podemos compartir imágenes o videos donde aparecen otras personas sin su permiso. Eso quiere decir que si sacamos fotos en un concierto, antes de publicarlas debemos difuminar las caras del resto de las personas, puede que haya alguien que no quiere ser encontrado. Si aparecemos en una foto con alguien, antes de mandar o publicarla esa foto, tenemos que pedir permiso a la persona que aparece.
Muchos adolescentes piensan que es buena idea grabar compañeros y compañeras en los vestuarios y compartirlo a través de grupos de WhastApp u otras redes sociales. Tampoco es buena idea grabar a profesores y subirlo a Instagram, o compartir información privada de profesores. En Wikipedia tampoco podemos crear páginas de profesores dejándoles en ridículo y compartiendo información personal como su numero de teléfono o la dirección de su casa. Además de no ser buenas ideas, esas acciones son delitos. Repito, no podemos compartir imágenes o videos donde aparecen otras personas ni información privada de otras personas sin su permiso. Eso quiere decir, que no podemos grabar a alguien que se está peleando y compartirlo, o no podemos compartir imágenes sexuales de otros menores, porque eso es un delito aún más grabe, de distribución de pornografía infantil. El mero hecho de tener imágenes sexuales de menores es un delito de pornografía infantil.
Si recibimos ese tipo de imágenes, muchas personas no las van buscando, les llegan a través de grupos de WhatsApp sin pedirlo, deberíamos borrar lo que nos han enviado, y además es deberíamos decir a la persona que nos lo ha enviado que como siga mandando cosas así puede tener problemas legales, porque los puede tener.
Es delito, de extorsión, amenazar a los protagonistas de las fotos y los videos sexuales con publicarlos si no cumplen sus exigencias. En varios institutos después de explicar esto en primero de la ESO, han bajado estudiantes a dirección a denunciar que un/a compañero/a les estaba extorsionando de esta manera. Muchos adolescentes y adultos sufren estas acciones pero no lo denuncian por vergüenza.
Amenazar a alguien a través de un mensaje directo o en un grupo de WhatsApp también es delito. “Te vamos a dar una paliza”, “te vamos a matar” y cosas parecidas están penadas por la ley, así como desear la muerte de alguien o que se suicide. Los insultos continuados son delito de acoso. Compartir información privada o conversaciones privadas de alguien sin su permiso, difundir rumores y mentiras sobre alguien o añadir a alguien a un grupo de WhatsApp sin su permiso también son delitos. Y por supuesto es delito añadir a alguien a un grupo sin permiso, insultarle y amenazarle hasta que sale del grupo, volverle a meter, insultarle y amenazarle hasta que sale del grupo, volverle a meter…
Estas acciones son delitos en todas las redes sociales, no solamente en WhatsApp.
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